martes, 6 de mayo de 2008

Boletin Humanista 004

HUMANIZAR_NOS
Boletín Humanista. Tulúa, Colombia, Junio 7 de 2007
humanizar_nos@yahoo.com.mx


1. Pensar:

“La dimensión humanista de la historia evolutiva universal”[1]
Hugo Novotny

El interés del humanismo hacia la Historia no es nuevo. Pero la especial atención que el nuevo humanismo, universalista, está prestando hoy a la historia evolutiva universal (Megahistoria), parte de considerarla una ciencia útil a la toma de conciencia de tres momentos muy significativos para el individuo y la sociedad actual:
1. La dirección espiralada y creciente del desarrollo humano sobre la Tierra. Precisamente espiralada y creciente. Muchos son hoy los que piensan que la humanidad esta en caída, deslizándose hacia el abismo... Otros ven a la historia como un círculo de repeticiones, del cual no se encuentra la salida desde hace milenios. En nuestra opinión, ambas visiones no son más que producto del temor. La historia nos muestra cómo, en los momentos de crisis de las civilizaciones, prevalece en la sociedad la visión catastrófica del futuro. Pero la ciencia, la historia evolutiva universal en especial, pueden y deben mostrar a la gente como, de todas las crisis vividas, aun las más profundas, siempre el ser humano ha encontrado la salida y continuado su camino ascendente. Las investigaciones del Prof. A. Nazaretyan respecto de las crisis civilizatorias universales, tienen en este sentido un valor fundamental.
2. La necesidad de una profunda revisión de los modos de relación del hombre con sus cohabitantes: animales, vegetales y minerales, del mundo terrestre. No sólo es necesario revisar a fondo el sistema de relaciones sociales, transformando las actuales relaciones de dominio y competición en relaciones de colaboración y complementación. También es fundamental desarrollar una verdadera conciencia ecológica, en terminos de una ecología social que comprenda al ser humano en interrelación constructiva y co-evolutiva con los mundos animal, vegetal y mineral.
3. La posibilidad inminente de un verdadero salto evolutivo de la especie humana hacia un nuevo nivel, de conciencia y de organización social. Las investigaciones del Prof. A. Panov respecto del punto de bifurcación al que ha llegado la especie humana en su evolución, desde el surgimiento mismo de la vida sobre la Tierra hasta hoy, y del humanismo como condición necesaria para el avance hacia un nuevo estadio de complejidad de la civilización, demuestran con rigurosidad científica la inminencia de este salto inédito para la historia humana. En nuestra opinión, la dirección que tome el proceso evolutivo a partir de este punto, depende como nunca antes de la intencionalidad, de la íntima elección del ser humano. Precisamente de que los avances científico-tecnológicos contemporáneos y su extraordinaria potencialidad sean utilizados para la eliminación del dolor y el sufrimiento en todos los seres humanos, y no en función de los intereses egoístas de individuos y sectores, depende el curso futuro de la evolución humana.
Los humanistas estamos convencidos que la humanidad se encuentra al final de un oscuro período de la historia y comienza a conformarse, por vez primera, una nación humana universal.
En nuestra opinión, el salto cualitativo hacia un nuevo nivel de desarrollo del ser humano comienza a dibujarse hoy en diversas hipostasis:
A. La indudable aceleración del progreso científico-tecnológico, especialmente en los campos de las tecnologías informacionales y la biotecnología.
A modo de ejemplo podemos citar:
Informática: la capacidad y velocidad de procesamiento de la información posibilita hoy, tanto regular automáticamente el curso de las naves espaciales que atraviesan el sistema solar, como modelar complejos procesos naturales; por ejemplo, las funciones del genoma humano. Y la potencia de procesamiento informático continúa duplicándose bianualmente.
Internet: el desarrollo de la red ha ampliado enormemente las posibilidades de comunicación del ser humano; ha creado las condiciones para el trabajo en equipo en tiempo real, sin importar la ubicación física de las personas; ha posibilitado la formación de comunidades virtuales en las más diversas actividades, la creación de un gigantesco banco de datos mundial sobre todos los campos de la actividad humana al que tiene acceso cualquier ciudadano, la multiplicación de puntos de vista sobre los acontecimientos humanos gracias al acelerado desarrollo de los medios alternativos de información.
Fotografía y video digital: se abrió, por una parte, la posibilidad de modificar y hasta crear imágenes de la “realidad” perceptual, incluso en tiempo real. Por otro lado, en combinación con Internet, es posible trasmitir lo que una persona está viendo a otra, en cualquier punto del planeta.
En los ejemplos mencionados puede advertirse el surgimiento de la posiblidad tecnológica de ampliar, no sólo la memoria social disponible y accesible para cada individuo, sino también las capacidades perceptuales y de representación de la realidad, para cualquier persona, en cualquier lugar, en tiempo real. Todo lo cual muestra una clara tendencia hacia la integración en un nivel superior de las capacidades psicológicas individuales - desde el “yo” hacia el “nosotros” - sin perder, es más, incrementando la diversidad interna en el nuevo nivel.
Por otra parte, los sorprendentes avances en biotecnología. Para citar solo un ejemplo: recientemente en Japón se llevó a cabo la primer experiencia de clonación seriada de un toro reproductor, lográndose 350 mil ejemplares del mismo. Así como los logros en agronomía y zootécnica multiplican logarítmicamente la capacidad de producción de alimentos, la genética está creando condiciones para un verdadero salto cualitativo en el campo de la salud humana.
B. La progresiva toma de conciencia en diversos círculos sociales y científicos, tanto de los países en vías de desarrollo como de los así llamados “desarrollados”, de la extrema necesidad de formas nuevas, cualitativa y éticamente superiores, de construcción socio-política y económica. Formas tales que posibiliten, no sólo la supervivencia, sino la elevación general del nivel de vida de la humanidad y la eliminación de los problemas de guerras, hambre, miseria y muerte temprana en todo el planeta, para lo cual hay ya condiciones tecnológicas suficientes. De acuerdo a diversos análisis de modelación matemática, el nivel científico-tecnológico actual de la humanidad es suficiente para garantizar un adecuado nivel de vida a más de 15.000 millones de habitantes.
C. La fractura morfológica sufrida en el sistema valorativo que ha orientado hasta hoy la conducta humana y su reemplazo por un nuevo sistema. La no-coincidencia entre la representación interna de lo “alto” como un espacio en donde actúan seres dotados de sabiduría, fuerza y bondad, y la realidad social percibida, en la que crece día a día la desconfianza en la capacidad e intención de los “poderosos” de resolver los problemas que sufren las mayorías, ha creado un gran vacío y desorientación en conjuntos e individuos. Vacío que comienza a ser llenado por un nuevo sistema de referencia que destaca el significado de lo “profundo”. Lo “profundo” nos refiere a lo sentido, lo reflexivo, lo comprometido, lo humanizante, a lo sagrado en el más amplio sentido de la palabra. Esta nueva morfología valorativa resuena plenamente con la de conceptos tales como redes, interactividad, comunidad, autorregulación, autoorganización, que están comenzando a transformar el horizonte social.
D. Los signos del surgimiento de una nueva espiritualidad, que no solo se opone a la guerra y a la violencia física en general, sino también a la violencia religiosa, racial, económica, sexual, psicológica y moral, consagrando al ser humano y su futuro como valor máximo, comienzan a advertirse en grupos sociales de las más diversas latitudes, culturas y creencias. Nunca antes en la historia se produjeron tantas y tan numerosas manifestaciones en contra de la violencia, siendo además en muchos casos, simultáneas en gran cantidad de países y culturas, como lo fue contra la invasión a Irak.
También los indicadores de un nuevo estado de conciencia pueden observarse en acontecimientos sociales tan diversos como: la “revolución de terciopelo” de Praga en 1989, las huelgas generales de Francia en 1995, la rebelión popular de Argentina a fines de 2001 o el apagón general en Nueva York en agosto 2003. Al comparar los relatos de quienes participaron en ellos, además de la actitud general de no-violencia, encontramos llamativas coincidencias en las descripciones psicológicas de lo experimentado: “era como si el tiempo se hubiera detenido”, “la inexplicable alegría de estar juntos”, “sentía como si se hubieran disuelto todas las barreras que me separaban de los demás”, “una conmovedora y desinteresada solidaridad corría entre todos”... Estos indicadores de estados de conciencia no habituales, que tradicionalmente han estado vinculados a la experiencia personal de místicos, creyentes o personas en situaciones extremas (por ejemplo, cosmonautas en condiciones de ingravidez), comienzan a manifestarse en la conciencia colectiva, en determinadas condiciones.
Por otra parte, los humanistas consideramos que no falta mucho para que se produzcan descubrimientos que muestren la existencia de vida en otros planetas de nuestra Galaxia. El número de estrellas con sistemas planetarios descubiertas en los ultimos 10 años ya supera las 100; en una de ellas, la Cancri-55 de la constelación de Cáncer, astrónomos americanos acaban de descubrir un cuarto planeta con condiciones similares a las terrestres.
Estamos convencidos también de los grandes cambios que estos descubrimientos producirán en la cosmovisión y el comportamiento social de nuestra especie; como ha sucedido ya en la historia, cada vez que nos aventuramos a lo desconocido para descubrir nuevos mundos.
Las primeras sacudidas se produjeron ya a fines de la década del 60, en el siglo pasado. Primero, cuando los astronautas de la nave espacial Apolo-8 trasmitieron a la Tierra la primera imagen de la Tierra vista desde afuera, flotando en el cosmos con millones de estrellas al fondo (diciembre 1968); la segunda, cuando todo el planeta asistió por televisión a la primera caminata de un ser humano sobre la superficie lunar (julio 1969). No es difícil imaginar la repercusión que tendrán las primeras señales ciertas de vida fuera de la Tierra.
Por todo lo anterior y para finalizar, nos parece que el estudio de la historia evolutiva universal en las universidades y escuelas, de Rusia y ojalá de todo el planeta, es una iniciativa útil y oportuna. Y decimos estudio y no enseñanza. Por cuanto han quedado completamente desactualizados los planteos del “cómo debe ser” una persona, “qué debe saber” y “cómo debe comportarse” un niño, un joven, un profesional, un adulto en general; planteos que todavía caracterizan a los sistemas educativos en vigencia. Hoy en día es evidente cómo las nuevas generaciones enseñan a sus padres a utilizar las nuevas tecnologías. Pronto ellos, niños y jóvenes, comenzarán también a enseñar a los adultos con un nuevo afecto y una nueva comprensión[2].
Por esto, más adecuado parece hoy plantearse: cómo puede cada ser humano aprender a desarrollar, coherentemente, su enorme paleta de cualidades intelectuales, emotivas, físicas y espirituales; adquirir una visión procesal de la vida; tomar plena conciencia del lugar que ocupa en el curso evolutivo de su especie; aprender a modelar el futuro…Para ser capaces de enfrentar las exigencias, visibles e imprevisibles, de los nuevos tiempos. Para ser capaces de “encontrar el Sentido, tantas veces perdido y tantas veces reencontrado en los recodos de la Historia”[3].
Los humanistas estamos trabajando para hacer nuestro aporte en esa dirección.


2. Sentir:
¿QUE PASARIA?
*Mario Benedetti*

*Qué pasaría si un día despertamos dándonos cuenta de que somos mayoría?*¿Qué pasaría si de pronto una injusticia, solo una, es repudiada por todos,todos que somos todos, no unos, no algunos, sino todos?
¿Qué pasaría si en vez de seguir divididos nos multiplicamos, nos sumamosy restamos al enemigo que interrumpe nuestro paso?¿Qué pasaría si nos organizáramos y al mismo tiempo enfrentáramos sin armas,en silencio, en multitudes, en millones de miradas la cara de los opresores,sin vivas, sin aplausos, sin sonrisas, sin palmadas en los hombros,sin cánticos partidistas, sin cánticos?¿Qué pasaría si yo pidiese por vos que estás tan lejos,y vos por mí que estoy tan lejos,y ambos por los otros que están muy lejosy los otros por nosotros aunque estemos lejos?
¿Qué pasaría si el grito de un continentefuese el grito de todos los continentes?¿Qué pasaría si pusiésemos el cuerpo en vez de lamentarnos?¿Qué pasaría si rompemos las fronterasy avanzamos, y avanzamos,y avanzamos, y avanzamos?
¿Qué pasaría si quemamos todas las banderaspara tener solo una, la nuestra,la de todos, o mejor ningunaporque no la necesitamos?Qué pasaría si de prontodejamos de ser patriotas para ser humanos?¿No sé... me pregunto yo,qué pasaría?Mario Benedetti





[1] Informe presentado en el Congreso cientifico “Procesos de autoorganizacion en la Historia evolutiva universal” – Belgorod, Rusia, 29/09/2004.
[2],3 Palabras de Silo en la Primera Celebración Anual de las Comunidades del Mensaje de Silo en Sudamérica – Punta de Vacas, Mendoza, 04/05/2004.

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